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Cuando las Personas en Nuestra Vida son Difíciles

podcast Jun 27, 2021

¿Hay personas en tu vida que son difíciles? ¿Quizás un hijo, una pareja, un compañero del trabajo? ¿Has sentido resentimiento frente a esa persona? ¿Quieres quitarte esa carga negativa que llevas dentro de ti? Quédate conmigo en los próximos 10 minutos para descubrir una nueva visión acerca de las personas difíciles.

Hola, soy el doctor Ronaldo Fe, conferencista y psicoterapeuta con un doctorado en consejería psicológica, presentador internacional de cursos, retiros y charlas de superación personal y life coaching.  

Quiero contarte un cuento, si lo escuchas con atención descubrirás la sabiduría que tiene y que puede cambiar tu visión de algunas de las personas difíciles en tu vida.

... Érase una vez ...

Un agricultor que plantó un árbol de melocotón en un suelo fértil.

Debajo del árbol de melocotón vivía una gran lombriz de tierra, llamada oruga nocturna. Atravesó el suelo cavando túneles y luego usó esos túneles para viajar. Subía, generalmente por la noche para comerse las hojas podridas que yacían en la parte superior del suelo. Ayudó a reciclar las hojas comiéndolas y luego convirtiéndolas en yesos para fertilizar el suelo. Se hundía profundamente en el suelo si el clima de arriba era demasiado cálido o demasiado frío.

Ahora el árbol de melocotón creció rápido. Cada primavera, se despertaba. Tenía que florecer, que le crecieran hojas y ramas más grandes y, finalmente, cuando tuviera la edad suficiente, dar fruto para el verano. De lo contrario, el granjero podría cortarlo.

Luego, en el otoño, cuando hacía más frío, sus hojas cambiaban de color y caían al suelo. Estuvo inactivo durante todo el invierno.

A medida que el árbol de melocotón crecía, descubrió lo difícil que era hacer crecer sus raíces directamente en la tierra dura. Buscó una forma más fácil. Así que empezó a echar raíces en los túneles que había hecho la oruga nocturna. A medida que el árbol crecía, también crecían sus raíces, y pronto se taparon los túneles de la lombriz de tierra.

La oruga nocturna no pudo subir a buscar comida. Entonces, para mantenerse con vida y evitar pasar hambre, tuvo que cavar más túneles. No le gustaba hacer esto, porque las orugas nocturnas son un poco flojas.

Y al árbol de melocotón no le gustaba perder sus hojas cada otoño, justo antes del frío invierno.

Pero, ¿sabes qué?

Ambos se estaban ayudando mutuamente, y al hacer esto, en realidad se estaban ayudando a sí mismos.

El árbol de melocotón tuvo que desprenderse de las hojas que comía la lombriz de tierra y los deshechos de la lombriz de tierra alimentaron al árbol de melocotón.

Y la lombriz de tierra tuvo que cavar más túneles que permitieron que el árbol de melocotón creciera más, de modo que en el otoño hubiera muchas hojas buenas para que las comiera la lombriz de tierra. 

"Y ellos vivieron felices para siempre."  Quizás hay alguien en tu vida que requiere que trabajes mas, que hagas mas cosas, alguien que te rete o te presente cosas que son aparentemente dificultades, y probablemente no has pensado, que como en el caso del árbol de melocotón y la oruga nocturna, aquellas extras dificultades te están ayudando a crecer, a ser más fuerte, a buscar nuevas maneras, a superarte, a ser creativo, y quizas, solo quizas, hoy entiendas el por que Dios ha puesto esa persona en tu vida. Esto no se aplica a todas las personas, pero tu y yo sabemos que hay personas que están en nuestra vida que involucran más trabajo y dificultades pero también sabemos que ese reto nos ha sacado de nuestra zona de comodidad para llevarnos a la zona de crecimiento. Y por eso, también debemos ser agradecidos.



Si tienes problemas para encontrar algo por lo que estar agradecido acerca de las personas "difíciles" con las que he tratado en el pasado, ya fueran colegas en el trabajo con los que tienes desacuerdos, parejas cuyas relaciones contigo terminaron mal, extraños que hicieron comentarios que viste como insultantes o alguien más, te pido hoy que trates de encontrar algo sobre cada persona por la que pudieras estar agradecido. Los resultados serán profundos. Cuando empieces reconocerás cuanto resentimiento todavía albergas hacia las personas en las que pienses. Aferrándome a tu enojo hacia las personas difíciles, solo pondrás estrés en tu mente y en tu cuerpo. Cuando encuentres algo por lo que estar agradecido de cada persona, sentirás que la presión se soltará poco a poco y que la energía se liberará para impulsarte hacia la paz interna.

Cuando vemos que la persona realmente nos dio algo por lo que estar agradecidos, y que de alguna manera estamos mejor hoy porque llegó a nuestras vidas, terminamos nuestra guerra mental con ellos y hacemos las paces con el pasado y con la realidad.

 

Basado en el ejercicio espiritual de gratitud que he hecho por mí y por los demás, quiero ofrecer algunos ejemplos de cómo las personas difíciles contribuyen a nuestro crecimiento personal de maneras que las hacen dignas de nuestro aprecio. Como ilustran estos ejemplos, varias de las personas con las que nos hemos cruzado han contribuido, al menos de una manera sutil, a nuestro crecimiento. No tenemos que aprobar todo lo que hicieron y dijeron, pero reconocer al menos algún regalo que nos dieron con su presencia contribuye mucho a nuestra propia paz interior. Claro que puede haber excepciones pero hoy no nos enfocaremos en las excepciones okay.

 

Primero, las personas que encontramos difíciles nos ayudan a reconciliarnos con partes de nosotros mismos que hemos evitado enfrentar. Entrar en conflicto con la gente a menudo nos obliga a recurrir a recursos que hemos olvidado, y quizás incluso nos hemos negado a reconocer, que tenemos. Pienso en un papá un poco agresivo que descubrió que podía ser paciente cuando tuvo que lidiar con su hija adolescente. El se dió cuenta que si se enojaba rápido nunca iba a poder comunicarse con ella. La hija lo empujó a aprender a respirar, a no reaccionar rápido, a esperar y a tratar de comprenderse.

Segundo, una persona que nos parece difícil nos recuerda cuánto hemos crecido con el tiempo. Recordar una interacción difícil que tuvimos con alguien hace mucho tiempo puede recordarnos lo lejos que ha llegado nuestro desarrollo hoy. Por ejemplo, una mujer solía guardar rencor contra un hombre que terminó con ella después de varios años. 

Hoy, sin embargo, cuando pienso en la conversación en la que rompió con ella, en realidad se siente en paz y empoderada. Puede ver lo personalmente que se tomó las cosas que él dijo y el doloroso miedo que tenía de vivir sin él, y ahora sabe que no reaccionaría de esa manera a una ruptura si sucediera hoy. Ahora sabe que es una persona más fuerte y más autosuficiente, no necesita de una pareja para sentirme como un ser humano completo. Ella al hacer el ejercicio de agradecimiento pensó: ``Le estoy agradecida porque, si nunca hubiera estado en mi vida, no tendría hoy un indicador tan claro de lo lejos que he llegado, de cuanto he crecido.”

Las personas que nos parecen difíciles nos ayudan a admirarnos de nosotros mismos por superar los obstáculos. Las personas difíciles ayudan a mejorar nuestra capacidad para manejar los desafíos, y cuando los enfrentamos de manera efectiva, ganamos el respeto por nosotros mismos. 

Hubo un trabajador que tuvo un supervisor en el trabajo, que era conocido por ser particularmente duro en sus empleados. Pasó muchos días quedándose tiempo extra que no le pagaban para asegurarse de tener todo como el supervisor lo quería. Desafió sus propias expectativas por mantener ese trabajo. Hoy, recuerda con cariño la conducta de ese supervisor y se sigue tratando con él, de hecho ahora ambos son supervisores, su exigencia le mostró cuán determinado y persistente podía llegar a ser. Ese trabajador ahora siente que esa experiencia le ayudó a admirarse de sí mismo y a respetarse a sí mismo más, y por eso, se siente agradecido con quien él veía como una persona muy difícil.

Las personas que nos parecen difíciles también nos ayudan a ver nuestras oportunidades para crecer. Las interacciones incómodas con las personas pueden hacernos conscientes de los lugares en los que no nos amamos o aceptamos por completo, y en los que podríamos situarnos para desarrollar más aprecio y compasión por quienes somos. Un ejemplo es el esposo que sentía que su esposa era muy difícil porque le decía constantemente que él siempre pensaba que estaba en lo correcto y se sentía mejor que ella. El solía pensar: es que en verdad tengo la razon… pero con el tiempo se dio cuenta que no siempre tenia la razón, se dio cuenta que se había acostumbrado a ver la vida como si él fuera el centro del universo 

y que tenía la razón en todo lo que pensaba. El día que se dio cuenta que las otras personas también tienen derecho a su punto de vista, tanto como él, cuando se dio cuenta que él era igual y no mejor que su esposa, entonces aprendió a escuchar y tomar en cuenta lo que ella le decía. Y eso le ayudó en su matrimonio, con sus amigos, y hasta en el trabajo. Antes, como constructor de casas, solo quería hacer las cosas como él las pensaba, pero ahora escuchaba y consideraba las ideas de sus compañeros de trabajo, incluido los que estaban por debajo de él en jerarquía. El agradece por su esposa, se da cuenta que esos conflictos le han dado la oportunidad de ser un mejor esposo, hombre y trabajador. 

Da gracias y ora por tus personas difíciles. Recuerdas a Job, el que lo perdió todo, el que paso por los contratiempos más terribles, el que estaba tan mal que se enojaba con sus amigos, al final de la historia en el capítulo 42 versículo 10 dice:

Y el SEÑOR restauró el bienestar de Job cuando éste oró por sus amigos; y el SEÑOR aumentó al doble todo lo que Job había poseído.

Luego, En Santiago 5:11

Mirad que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo, y misericordioso.

Reconoce que hay varias personas que sienten que son difíciles para ti en tu vida que contribuyen a sacarte de la zona de comodidad, por lo tanto contribuyen a tu crecimiento. Agradece y ora por esas personas, te darás cuenta que el resentimiento se evapora, tu esperanza y paciencia crecen,  y te aseguro que cosas buenas que no te esperabas llegaran a tu vida.

Hoy di, Señor, pido por esta persona que me desafía, que es difícil conmigo a veces, a veces pensé que sería mejor no tener esa persona en mi vida, pero hoy quiero reconocer que hay cosas que debo agradecer porque esa persona contribuyó o contribuye a mi crecimiento, hoy entiendo que no todo tiene que ser como yo quiero, que no siempre tengo que tener la razón, que no puedo esperar que los demás sean como yo quiero, que cada quien tiene su punto de vista y que el mio es uno más y no puedo forzarlo en los demás, hoy quiero dar gracias por esa persona de corazón. Gracias también a ti Señor porque me estas haciendo crecer internamente, me ayudas a despojarme del resentimiento, me enseñas a vivir con más paz y paciencia. Gracias Senor. 

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